Donde el cielo toca el campo y el mar
Si es en medio de la naturaleza donde se siente mejor no deje de dar un paseo por la frondosa Tapada de Mafra, situada en plena región campera y tampoco deje de visitar el Convento de Mafra, inmortalizado en la obra del Nobel José Saramago.
La visión grandiosa del Palacio Nacional de Mafra, monumento ejemplar de la riqueza del siglo XVIII es una experiencia inolvidable. Mandado construir por D. João V, el Palácio y Convento de Mafra el monumento más importante del barroco portugués, sorprendiendo con una extraordinaria biblioteca de 40 mil libros y un conjunto de carrillones único en el mundo y que funcionan actualmente.
De los claustros del Convento siga para la Tapada Nacional de Mafra donde la natureza en estado salvaje le encantará. Creada como coto real de caza ene l siglo XVIII, esta área de 800 hectáreas es un auténtico edén, debido a su riqueza vegetal y a la variada fauna que incluye venados, jabalís, gamos, raposas, perdices y aves de todas las especies.
En la Tapada de Mafra se pueden llevar a cabo distintas actividades con las qe aprovechar al máximo esta verdadera joya natural. Puede aprovechar para visitar la Tapada en tren, a pie en bicicleta o a caballo.
Aún en esta región campera, sigan hacia el norte y aproveche para ir hasta Ericeira, una villa marítima con ocho siglos de historia y un destino turístico bastante apreciado. Su extensión costera con playas de aguas limpias es un atractivo para quienes quieran tomar el sol o practicar surf, bodyboard y skimming.
Con una larga tradición pescadora, Ericeira es recomendable por la calidad de su marisco y de su pescado, que convierten cualquier aperitivo es una delicia.